Hojas Vivas. Memorias Título original: What falls away Autor: Mia Farrow Traducción: Dolors Gallart Editorial: Ediciones B Año: 1997 |
Residía en Beverly Hills, un lugar idílico pero alejado de la realidad. Su madre era una reina del celuloide y su padre parecía la encarnación del héroe romántico: probable bastardo de un rey, ex navegante por los Mares del Sur, escritor y director de cine. Louella Parsons, la columnista que aterraba a los famosos, fue su madrina. Cuando apenas levantaba unos palmos del suelo, John Wayne la aupó a su silla de montar. No obstante, como en el cuento, no faltó el mal trance que enturbiara esta atmósfera de ensueño: la enfermedad quebró su niñez y las peleas entre el señor y la señora Farrow fueron subiendo de tono a medida que pasaba el tiempo. Charles Boyer le dijo: "Tendrás una vida fantástica pero difícil", y así fue. Perder a su padre significó el adiós a los estudios y el inicio de su carrera como actriz de teatro, y Mia, que llevaba el arte en las venas, se abrió paso en el mundo del espectáculo hasta triunfar con La semilla del diablo. Tenía sólo diecinueve años cuando Frank Sinatra se enamoró de ella, y veintiuno cuando se divorciaron. El sentimiento de fracaso la llevó al Himalaya y la meditación le deparó curiosas experiencias. El matrimonio con André Previn le dio tres hijos biológicos y la clave de su destino: adoptar criaturas desamparadas para formar con ellas una familia basada más en el amor y la compasión que en los lazos de sangre, la igualdad de los credos o el color de la piel. Tras el segundo divorcio, tenía treinta y cinco años y media docena de hijos, pero ningún hombre con quien compartirlos. Entonces comenzó a cortejarla un artista genial y estrafalario. Los doce años de relaciones personales y profesionales con Woody Alien culminaron con un suceso de tintes escabrosos y el correspondiente litigio, que levantó el interés de los medios de comunicación y convirtió en odisea la vida cotidiana de la familia Farrow. Apenas rebasado el medio siglo de vida, esta mujer de aspecto frágil ha resurgido a menudo de sus propias cenizas y nos entrega ahora estas Hojas vivas como testimonio de una vida dispuesta a empezar una y otra vez.
Maria Villiers Farrow nació en 1945, en el seno de una familia católica formada por sus padres -John Villiers Farrow y Maureen O'Sullivan- y seis hermanos. Su infancia, lastrada por un ataque de polio a mediados de los años cincuenta, transcurrió en Los Angeles (California), con veraneos en Irlanda y viajes frecuentes a los más diversos países. Se educó en un colegio de monjas inglés, aunque se graduó en California. La muerte de su padre la obligó a dejar los estudios, y tuvo que buscar empleo para contribuir al sustento familiar. A los dieciocho años debutó en el teatro Madison Avenue con una obra de Oscar Wilde, y en televisión con la serie Peyton Place. En 1965 contrajo matrimonio con Frank Sinatra, de quien se divorció dos años después, cuando La semilla del diablo le había granjeado el prestigio mundial. En 1970 se casó con el director de orquesta André Previn, del que tuvo tres hijos varones (los gemelos Matthew y Sascha, y Fletcher), a los que se sumaron dos niñas vietnamitas adoptadas (Lark Song y Daisy), más la coreana Soon Yi. En 1980, ya divorciada de Previn, adoptó a un pequeño coreano (Moses Amadeus) afectado de parálisis cerebral. En ese mismo año conoció a Woody Allen, con quien compartió más de diez años de relaciones sentimentales, trece películas, un hijo biológico (Satchel) y una hija adoptiva (Dylan). Sin la cooperación de Allen, Mia Farrow adoptó en 1991 a un bebé negro (Isaiah Justus) con el síndrome de Geber, y a una vietnamita ciega (Tam). Tras separarse en 1992 del cineasta y ganar la demanda judicial interpuesta por éste, Mia Farrow realizó otras tres adopciones: un niño indio (Thadeus) y dos niñas (Kaeli-Shea y la vietnamita ciega Frankie-Minh). Actualmente reside en Frog Hollow, acompañada por siete de sus hijos y numerosos animales.
Maria Villiers Farrow nació en 1945, en el seno de una familia católica formada por sus padres -John Villiers Farrow y Maureen O'Sullivan- y seis hermanos. Su infancia, lastrada por un ataque de polio a mediados de los años cincuenta, transcurrió en Los Angeles (California), con veraneos en Irlanda y viajes frecuentes a los más diversos países. Se educó en un colegio de monjas inglés, aunque se graduó en California. La muerte de su padre la obligó a dejar los estudios, y tuvo que buscar empleo para contribuir al sustento familiar. A los dieciocho años debutó en el teatro Madison Avenue con una obra de Oscar Wilde, y en televisión con la serie Peyton Place. En 1965 contrajo matrimonio con Frank Sinatra, de quien se divorció dos años después, cuando La semilla del diablo le había granjeado el prestigio mundial. En 1970 se casó con el director de orquesta André Previn, del que tuvo tres hijos varones (los gemelos Matthew y Sascha, y Fletcher), a los que se sumaron dos niñas vietnamitas adoptadas (Lark Song y Daisy), más la coreana Soon Yi. En 1980, ya divorciada de Previn, adoptó a un pequeño coreano (Moses Amadeus) afectado de parálisis cerebral. En ese mismo año conoció a Woody Allen, con quien compartió más de diez años de relaciones sentimentales, trece películas, un hijo biológico (Satchel) y una hija adoptiva (Dylan). Sin la cooperación de Allen, Mia Farrow adoptó en 1991 a un bebé negro (Isaiah Justus) con el síndrome de Geber, y a una vietnamita ciega (Tam). Tras separarse en 1992 del cineasta y ganar la demanda judicial interpuesta por éste, Mia Farrow realizó otras tres adopciones: un niño indio (Thadeus) y dos niñas (Kaeli-Shea y la vietnamita ciega Frankie-Minh). Actualmente reside en Frog Hollow, acompañada por siete de sus hijos y numerosos animales.
Publicado apenas cinco años después del monumental escándalo mediático desencadenado por el romance entre Woody Allen y Soon-Yi, Hojas vivas, autobiografía de Mia Farrow, dedica buena parte de sus páginas a documentar la relación entre la actriz y el director de Manhattan. Después de más de una década de relación personal y profesional, durante la cual rodaron juntos títulos tan destacados como La comedia sexual de una noche de verano, La rosa púrpura de El Cairo, Hannah y sus hermanas o Días de radio, todo se torció cuando Farrow descubrió unas fotos indecorosas de su hija adoptiva en el apartamento de Woody. El libro se lee con nostalgia por aquellos años y con pena por lo mal que acabaron las cosas entre ambos. Al margen de ello, Mia cuenta su niñez marcada por la polio, la muerte de su hermano mayor y de su padre, sus matrimonios con Frank Sinatra y André Previn y, sobre todo, su condición de supermadre adoptiva, aun cuando la tragedia se ha cebado con su familia en más de una ocasión, la última en el día de hoy.
Woody Allen, Mia Farrow y sus hijas: la historia al completo [Vanity Fair]
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